Si eres un amante del juego, sabrás que Clayton Kershaw acaba de lograr algo realmente espectacular: 3.000 ponches en su carrera. Esto no es sólo un número; es un testimonio de años de dedicación, coraje y actuaciones estelares. Y aquí está el truco:podría ser la última vez que veamos este tipo de hito en las Grandes Ligas de Béisbol.
Clayton Kershaw y sus 3.000 ponches
Clayton Kershaw, a sus 37 años, se ha unido a un selecto club de sólo 20 lanzadores en la historia de la MLB en alcanzar este hito. Para ponerlo en perspectiva, Dylan Cease, el máximo líder en strikeouts con menos de 30 años, sólo tiene 1.100 strikeouts. A la misma edad, Kershaw ya tenía 2.100.
Y aunque Gerrit Cole podría acercarse, todo depende de que su codo aguante. La verdad es que el juego ha evolucionado y las exigencias a los lanzadores se han intensificado.
El cambiante panorama del béisbol
Hoy en día, lanzar una bola rápida de 160 km/h es la norma. Pero los codos de los lanzadores no se han enterado. La presión a la que se ven sometidos los lanzadores es enorme, y la cirugía Tommy John se ha convertido casi en un rito de paso para muchos de ellos.
Hemos pasado de preguntarnos si un lanzador puede hacer nueve entradas a preguntarnos si llegará a mayo sin una lesión. Es un mundo difícil en el montículo.
¿Qué significa esto para los aficionados de los Dodgers?
Para los de Los Ángeles, donde el béisbol no es sólo un deporte sino una forma de vida, el logro de Kershaw es un recordatorio agridulce del cambiante panorama del béisbol. La ciudad siempre ha apreciado a sus leyendas del lanzamiento.
¿Quizá le interese rememorar los días dorados de Sandy Koufax o Fernando Valenzuela? Fueron lanzadores que definieron una época, igual que Kershaw está definiendo ahora el final de otra.
¿Qué significa todo esto para el futuro del lanzamiento? Mientras felicitamos a Kershaw, también decimos adiós a un tipo de lanzador que quizá no volvamos a ver.
El juego está cambiando y, aunque puede que no veamos a otro lanzador de 3.000 ponches, sí que podemos apreciar la evolución de las habilidades y estrategias que dan forma al futuro del juego.