L.A. sabe cómo montar una fiesta. Y el hecho de que los Dodgers hayan ganado dos campeonatos consecutivos de las Series Mundiales es, sin duda, un buen motivo para celebrarlo. Tras un desfile de celebración por las calles del centro de Los Ángeles, los 5 autobuses turísticos repletos de jugadores de los Dodgers y sus seres queridos se dirigieron al estadio de los Dodgers para una merecida celebración.
Un estadio lleno de leyendas de Los Ángeles
Los Dodgers hicieron su gran entrada al ritmo inconfundible de la canción de Kendrick
Lamar «Not Like Us». El público estalló cuando el himno de Los Ángeles sonó en el estadio, una banda sonora perfecta para los actuales campeones de Los Ángeles.
El querido actor Anthony Anderson presentó a los Dodgers cuando entraron en el estadio.
Y cuando todo el mundo pensaba que no se podía ser más de Los Ángeles, Ice Cube apareció en un descapotable azul de los Dodgers para entregar el trofeo de las Series Mundiales, el segundo consecutivo del equipo, a un mar de fans que gritaban. No es de extrañar, ya que Ice Cube también lo celebró el año pasado. Y en su discurso de celebración, proclamó a voz en grito que Los Ángeles lo volvería a hacer el año que viene.
¿Un tercer campeonato?
Ice Cube no fue el único en el micrófono que habló de una tercera victoria consecutiva. Tanto los jugadores como los directivos hablaron largo y tendido sobre la posibilidad de conseguir un tercer campeonato de las Series Mundiales el año que viene. Como dijo Mookie Betts: «¡Una repetición nunca sonó tan dulce!».