
La clásica escena cómica de un cartero que corre para salvar la vida mientras un perro le persigue por un barrio tranquilo puede ser divertida en la pantalla, pero en la vida real no es ninguna broma para los trabajadores de USPS. Ese es el mensaje que subyace en el último informe del Servicio Postal de EE.UU..
Según el USPS, en 2024 se registraron más de 6.000 ataques de perros a carteros en todo el país. Y la ciudad con mayor número de incidentes? Los Ángeles, muy por delante de otras grandes ciudades como Houston y Chicago. Varias otras ciudades de California también se clasificaron entre las 20 primeras, como San Diego, Sacramento, San Francisco, Stockton y Oakland.
Como se publica en el sitio web oficial del USPS, cuando un trabajador postal resulta herido en un ataque de perro, el propietario del perro puede enfrentarse a miles de dólares en costes, incluyendo facturas médicas, salarios perdidos, sustitución del uniforme e indemnización por dolor y sufrimiento.
¿Qué se puede hacer para ayudar? Muchos dueños de perros no son expertos, e incluso los perros bien educados pueden actuar de forma imprevisible, reaccionando instintivamente para proteger a sus dueños o propiedades. Los perros pueden atacar no sólo por agresividad, sino también si se sienten asustados, ansiosos o indispuestos.
Para evitar encuentros peligrosos con los carteros, es importante asegurar al perro antes de que llegue el cartero, mantenerlo en una habitación separada, cerrar bien las puertas o llevarlo con correa lejos del cartero. Evite aceptar el correo en presencia de su perro y recuerde a los niños que no cojan el correo directamente del cartero, ya que el perro puede ver al cartero como una amenaza para ellos.