
En un movimiento que podría remodelar el futuro del baloncesto en Los Ángeles, la familia Buss está dispuesta a vender la propiedad mayoritaria de los Lakers de Los Ángeles al inversor multimillonario Mark Walter, según los informes. Aunque Jeanie Buss conservará su cargo de gobernadora del equipo, el acuerdo marca el final de un legado que comenzó en 1979 y que ha definido la identidad deportiva de Los Ángeles durante décadas.
Este momento no sólo es importante para los aficionados al baloncesto, sino también para el panorama cultural y económico de la ciudad.
La familia Buss puso a los Lakers en el mapa
Si no eres aficionado a los deportes, aquí te explicamos por qué debería importarte: los Lakers no son un equipo más de la NBA,son la realeza de Los Ángeles. De Magic Johnson a Kobe Bryant, pasando por LeBron James, han dado forma a los titulares de Hollywood, inspirado guiones cinematográficos y dado fama internacional a la escena deportiva de la ciudad.
Ahora, con Walter -principal propietario de los L.A. Dodgers y accionista de varios equipos deportivos de alto nivel- tomando las riendas, no se trata sólo de una transacción comercial. Se trata de un cambio en la forma de gestionar el poder deportivo de Los Ángeles, su marca y su expansión mundial.
Jerry Buss compró los Lakers a Jack Kent Cooke en 1979 por 67,5 millones de dólares. La franquicia pasó a manos de sus hijos tras su muerte en 2013. Ahora, el icónico 17 veces campeón está acordando vender su participación mayoritaria.
¿Quién es Mark Walter y por qué es importante este acuerdo?
Mark Walter es el consejero delegado de TWG Global, un holding con inversiones en todo. Sus inversiones van desde la Fórmula Uno hasta el hockey femenino. Walter posee el 27% de los Dodgers de Los Ángeles. No es ajeno a los grandes negocios deportivos.
Y es un propietario con visión de futuro, con los ojos puestos en el futuro del streaming, la participación de los jóvenes y la expansión global. Walter ya se convirtió en un inversor minoritario en los Lakers en 2021, lo que le dio los primeros derechos para este acuerdo. Ahora, con el control mayoritario, tiene participaciones tanto en las principales franquicias de béisbol como de baloncesto de la ciudad.
Para los angelinos, la pregunta es: ¿qué será lo próximo? ¿Una nueva era de marcas deportivas? ¿Un imperio del entretenimiento que fusione el drama de la cancha con el alcance cinematográfico?
Sea lo que sea, una cosa es segura:el baloncesto de los Lakers nunca volverá a ser lo mismo.