Con el verano y las ansiadas vacaciones a la vuelta de la esquina, la emoción se apodera de cualquiera que desee un descanso de la vida cotidiana. Pero por si navegar por los aeropuertos no fuera suficientemente estresante, una nueva norma de la TSA podría añadir otro grado de ansiedad a su próxima escapada.
La nueva medida propuesta por la Administración Federal de Aviación (FAA) prohíbe estos imprescindibles de viaje: los cargadores portátiles, las fundas para baterías de móvil y los bancos de energía que utilicen pilas de litio ya no están permitidos en el equipaje facturado. Según la normativa actualizada, los viajeros que lleven este tipo de artilugios deberán empaquetarlos únicamente en su equipaje de mano.
La norma también se aplica a las pilas de litio-metal y a las pilas recargables de iones de litio para aparatos electrónicos personales como cámaras, teléfonos, ordenadores portátiles, tabletas, relojes y calculadoras. Otros artículos que funcionan con baterías de litio, como los cigarrillos electrónicos y los vapeadores, también deben guardarse en el equipaje de mano.
¿A qué se debe esta prohibición? Según la FAA, estos dispositivos tienden a sobrecalentarse y pueden provocar chispas (sobre todo si están dañados), lo que supone un grave riesgo para la seguridad. Si una batería de litio acaba en su maleta facturada, podría sufrir largos retrasos en los controles de seguridad. Si su maleta es marcada durante el control, las baterías pueden ser confiscadas.