El tan esperado tren de alta velocidad que podría conectar Los Ángeles con Las Vegas, está más cerca de comenzar su construcción, pero ahora, se enfrenta a nuevos retos. Según informes recientes, los costes del proyecto están aumentando.
La empresa promotora, Brightline West, se ha enfrentado a gastos más elevados de lo previsto, lo que ha llevado a la compañía a solicitar préstamos federales adicionales y a recurrir a financiación privada, según informa NPR.
Los funcionarios afirman que algunos ajustes, como situar la terminal fuera de DTLA (en Rancho Cucamonga), forman parte de los esfuerzos por gestionar el gasto. Pero aún así, las últimas noticias son que el coste total ha subido de 16.000 a 21.500 millones de dólares, y podría aumentar aún más debido a la inflación, la escasez de mano de obra y la competencia de otros proyectos de infraestructuras, informa el Daily Mail.

Para cubrir el déficit de financiación, Brightline West ha solicitado un préstamo federal de 6.000 millones de dólares al Departamento de Transporte de Estados Unidos. Anteriormente, la empresa emitió en febrero bonos de actividad privada por valor de 2.500 millones de dólares, por lo que es esencial conseguir el préstamo antes de noviembre. Si no se aprueba el préstamo, la empresa podría tener que hacer frente a costes más elevados y reembolsar a los inversores antes de lo previsto.
Si se superan estas dificultades, el tren bala se convertiría en el primer tren de alta velocidad del país, alcanzaría velocidades de hasta 200 mph y conectaría las dos ciudades en sólo 2,5 horas, la mitad del tiempo de viaje.