En Los Ángeles, programar una buena sesión de llanto forma parte del estilo de vida. Ya sea porque el tráfico te aplasta el alma, porque te han vuelto a subir el alquiler o porque has descubierto otra multa de aparcamiento en el parabrisas, las crisis emocionales no sólo son comunes en Los Ángeles, sino que son inevitables. En lugar de sollozar solo en tu coche o ahogar tus sentimientos en una tarrina de helado, considera la posibilidad de abrazar la catarsis de una manera más intencional. La ciudad tiene lugares sorprendentemente buenos para llorar en paz. Puede que incluso te sientas mejor después.
Estos son algunos de los mejores lugares de la ciudad para desahogarse. (Y si buscas una buena lista de reproducción para animar a que caigan las lágrimas, echa un vistazo a nuestra lista de reproducción de Spotify con las canciones favoritas de los angelinos para llorar).
1. Aparcamiento superior en The Grove
Puede sonar un poco raro, pero dale una oportunidad antes de juzgar. Nadie va a pestañear ante tus lágrimas. Están todos demasiado ocupados luchando por una plaza de aparcamiento. Y una vez que llegues a lo alto de la estructura, serás recompensado con una de las mejores vistas de la ciudad. Es perfecta para reflexionar sobre el último rechazo (o simplemente para recuperar el aliento).
2. Jardín de Amir
Tendrás que caminar un poco para llegar a este jardín escondido en Griffith Park, pero es una gran mejora con respecto a otra escapada lacrimógena al baño de la oficina. A la sombra de altos árboles y casi siempre en silencio, es el tipo de lugar tranquilo que hace que tu crisis sea casi meditativa.
3. Playa estatal Will Rogers
Puede que veas a algunas personas descansando cerca, pero no es nada comparado con el caos del muelle de Santa Mónica. El ruido constante de las olas es perfecto para una sesión privada de sollozos. Y si tienes suerte, puede que alguna gaviota curiosa se acerque para ofrecerte apoyo emocional.
4. Barcos cisne en Echo Park
Verás a la multitud habitual tomando el clásico sol de Los Ángeles en el parque, pero una vez que remas hasta el centro del lago, eres sólo tú, el agua y tus sentimientos. Hay algo extrañamente terapéutico en ejercitar los cuádriceps y, al mismo tiempo, limpiar los conductos lagrimales.
5. Parque Natural de Vista Hermosa
Incluso si no estás realmente triste, pero quieres participar en una sesión de llanto moderado, este es el lugar para hacerlo. Si el adorable golden retriever que se revuelca por la hierba viviendo su mejor vida no te pone las pilas, entonces seguro que lo hará la increíble vista de la ciudad en la que no puedes permitirte vivir.
6. Jardín Japonés James Irvine
Escondido entre el smog y los rascacielos, este pequeño y sereno escondite te permite olvidar momentáneamente que estás en el corazón del Downtown. El Jardín Japonés James Irvine es tan apacible que quizá tenga que contener los sollozos, a no ser que lo suyo sea el llanto dramático en público. Si lo haces en el momento adecuado, podrás asistir a un concierto en directo en el jardín, lo que te dará la excusa perfecta para culpar de tus lágrimas a un solo de violonchelo excepcionalmente conmovedor.
7. Escaleras secretas
El momento lo es todo. Si eres una de esas personas emocionalmente disciplinadas (enséñanos tus costumbres), planificar tu visita a las escaleras durante las horas de menor afluencia puede valer la pena. Las escaleras tienen algo especial. Prácticamente invitan a llorar. Con asientos incorporados para abrazar las rodillas y la ventaja añadida de ejercitar los glúteos, todos salimos ganando. ¿Te sientes inspirado? Echa un vistazo a nuestra lista de escaleras secretas y elige tu lugar ideal para llorar.