Desde la PCH, famosa por sus vistas al océano, hasta la I-405, la autopista más transitada de California, y el intercambiador más transitado del mundo en Boyle Heights, el estado y nuestro condado no son ajenos tanto a las ventajas como a los quebraderos de cabeza de una autopista.
Los coches no sólo han cambiado nuestra forma de desplazarnos, sino que han influido en todo, desde ver películas en autocines hasta comprar comida en los autoservicios. Es casi imposible pensar en California, o en Los Ángeles, sin ellos. Y ese legado se pone de manifiesto en un elemento básico local: nada menos que la autopista más antigua de Estados Unidos.
Haciendo historia a 45 mph
La Arroyo Seco Parkway, también conocida como Pasadena Freeway, tiene el honor de ser la primera autopista construida en Estados Unidos. La Sociedad de Historiadores de la Arquitectura explica que el proyecto se concibió como una ruta panorámica que conectara Pasadena con DTLA, combinando elementos del diseño de un parque con las necesidades funcionales de una carretera de alta velocidad.
La construcción de la autopista comenzó en 1938 y se inauguró oficialmente el 30 de diciembre de 1940. El tramo final, de poco más de media milla a través de South Pasadena, se completó el 30 de enero de 1941, según recoge LA Almanac.
La construcción de la autopista proporcionó empleo durante la Gran Depresión y fue considerada una maravilla de la ingeniería de su época, ya que redujo el tiempo de viaje entre Los Ángeles y Pasadena de 27 a sólo 12 minutos. Curiosamente, parte de la autopista se construyó sobre la California Cycleway, un carril bici abandonado que cayó en desuso con el auge del automóvil, según Metro.
La carretera que allanó el camino a las autopistas modernas
La autopista se diseñó originalmente para 27.000 vehículos diarios, una capacidad pionera para la época. Contaba con dos carriles de 3 metros y un arcén de 3 metros en cada sentido. Este trazado, combinado con unas curvas cuidadosamente diseñadas, permitía a los coches circular más rápida y eficazmente que en las calles tradicionales. Hoy la utilizan más de 120.000 vehículos.
Para ayudar a los conductores a circular con seguridad, los carriles interiores se pavimentaron con hormigón asfáltico negro, mientras que los exteriores eran de cemento Portland blanco. Esta sutil señal visual animaba a los conductores a mantenerse en sus carriles. La autopista también incluía cuatro túneles Art Decó , varios puentes y pasos subterráneos que integraban perfectamente la ruta con el paisaje natural, que más tarde se convertiría en la base del diseño de las autopistas modernas.